Su utilización no presenta ningún riesgo para la salud y evita la contaminación de los productos frescos. Además, las cajas pueden ir impresas, lo que mejora la presentación en el punto de venta, agiliza la tarea de identificación del producto y posibilita la incorporación de los datos de trazabilidad.
Esta caja sólo se utiliza una vez. Cuando llega al destino, se recupera y se recicla para fabricar cajas nuevas, lo que se traduce en importantes ventajas económicas y medioambientales.